Esta alianza permite que las familias separadas por políticas fronterizas se reúnan físicamente y se abracen por unos minutos después de años de separación.
Alrededor de mil migrantes que se encuentran separados por el muro estadounidense que divide la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, se reunieron este sábado desde las 9, en la cuarta edición del evento “Hugs Not Walls” (Abrazos No Muros).
Se trata de una acción organizada por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR por sus siglas en inglés), en coordinación con la Alianza Reforma de Inmigración para Texas y las autoridades de ambas fronteras que busca reunir a las familias que han sido divididas por las leyes migratorias estadounidenses y por el enorme muro fronterizo levantado en esta demarcación por el gobierno de los Estados Unidos.
El dirigente de esta organización no lucrativa, Fernando García, consideró que esta edición ha sido la más difícil de organizar, por la creciente militarización que hay en la frontera del lado estadounidense.
La Guardia Nacional de Texas, colocó la semana pasada alambres de púas en el lugar donde se reunirían los migrantes de ambos lados de la frontera, por lo que los organizadores la movieron al sitio donde convergen los estados de Texas, Nuevo México y Chihuahua, en el área donde se localiza el museo casa de adobe”.
Sobre el río Bravo, que en este sitio bordea con bancos de arena, se colocaron tablones de madera, en un puente, para que las familias pudieran reunirse a la mitad.
Se trata de migrantes mexicanos, o de otras nacionalidades, que viven en El Paso, en Nuevo México, u otras ciudades cercanas a la frontera con Chihuahua, México, quienes no pueden cruzar legalmente para ver a sus familias, a sus hijos, hermanas o padres.
Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), que se encarga de organizar el evento en coordinación con la Alianza Reforma de Inmigración para Texas y las autoridades de esta frontera.
García dijo que hacen un gran esfuerzo a favor de las personas que luchan para tener una mejor vida.
Esta alianza permite que las familias separadas por políticas fronterizas se reúnan físicamente y se abracen por unos minutos después de años de separación.
Isabel Salcido, regidora del Distrito 5 en El Paso, Texas, indicó que ser parte de este evento es importante, ya que es necesario trabajar más el tema migratorio, mientras que Alexandra Anello, otra de las regidoras paseñas, celebró que se llevara a cabo la iniciativa que permite a las familias volverse a abrazar.
También estuvieron David Stout, comisionado del Condado de El Paso, Texas; Mark Steitz, obispo de El Paso y Michael Grady, pastor en El Paso, Texas.
FUENTE: EXCELSIOR.