El puerto de Buenaventura, donde ocurrió este episodio, es conocido por ser una de las zonas más afectadas por la presencia de grupos armados ilegales.
Un total de 34 turistas que viajaban en una embarcación por el Pacífico colombiano fueron asaltados y obligados a lanzarse al agua por dos pasajeros desconocidos que, posteriormente, se apoderaron de la embarcación.
El teniente de navío Daniel Olmos Jaraba, comandante de la Estación de Guardacostas de Buenaventura, relató que los turistas fueron sorprendidos durante su travesía entre el puerto de Buenaventura y la zona costera de Juanchaco, al oeste del país. Este lamentable suceso, que dejó a los pasajeros en una situación de extrema vulnerabilidad en medio del océano.
Según el teniente Jaraba, las personas que fueron forzadas a abandonar la embarcación lograron llegar por sus propios medios hasta la playa más cercana, donde fueron rescatadas por unidades de la Armada colombiana. Estas unidades brindaron asistencia médica inmediata, alimentación y transporte hasta el puerto de Buenaventura. Sin embargo, el incidente también dio lugar a la desaparición de uno de los tripulantes, cuyo paradero aún se desconoce.
La búsqueda del hombre desaparecido movilizó a la Armada de Colombia, que desplegó dos unidades de guardacostas, una unidad de superficie y una aeronave del grupo aeronaval del Pacífico. Tras cuatro angustiosas horas de búsqueda, se localizó el cuerpo sin vida del tripulante desaparecido, que fue trasladado al puerto de Buenaventura para llevar a cabo las diligencias judiciales pertinentes.
La incógnita que rodea a este incidente es el origen y la identidad de los dos individuos que llevaron a cabo el asalto y se apoderaron de la embarcación. Hasta el momento, las autoridades no han podido determinar quiénes son ni cuál era su propósito. Además, la ubicación actual de la embarcación robada sigue siendo un enigma sin resolver.
El puerto de Buenaventura, donde ocurrió este episodio, es conocido por ser una de las zonas más afectadas por la presencia de grupos armados ilegales en el Pacífico colombiano. En esta área, operan bandas dedicadas a actividades delictivas como la extorsión y el microtráfico de drogas, lo que plantea serios desafíos para la seguridad de los residentes y visitantes por igual.
FUENTE: EXCELSIOR.