Como un intento de “chantaje” calificó el alcalde Javier Lamarque Cano las acusaciones de la empresa Eroagua, la cual señaló que el Oomapas de Cajeme no le cobrara a usuarios comerciales a pesar de que existen dictámenes que comprueban supuestas tomas clandestinas.
Aclaró que el convenio tuvo vigencia desde el 4 de febrero al 31 de diciembre de 2022, por lo que en ningún momento fue prescindido, sino que el acuerdo llegó a su conclusión y no hay obligación para continuar con dicho contrato; así que el Ayuntamiento seguirá trabajando con sus propios dictámenes a fin de generar ingresos para el mantenimiento de la red de agua potable y alcantarillado.
Reconoció que en su momento los servicios de la empresa fueron de utilidad, pues se logró la recuperación de 42 millones de pesos no facturados y a Eroagua se le pagó un 25 por ciento del monto recuperado, según quedó documentado.