
América encontró anestesia para las heridas de los últimos tiempos, cerró la fase regular con un triunfo por 5-0 sobre Mazatlán que le permite acabar por lo menos en la tercera plaza de la clasificación.
Lo mejor que le podía pasar a las Águilas en el cierre de torneo era medirse a un equipo endeble, que no tuviera nada que jugarse, porque los Cañoneros llegaron a esta jornada sin ninguna aspiración.
De hecho el juego se inclinó muy pronto para los de Coapa, un equipo que sumó bastantes bajas para este partido y que le dio minutos a algunos futbolistas que no han gravitado, uno de ellos Javairo Dilrosun, pero el neerlandés fue el primero que agitó el juego, apenas al minuto 3 mostró ese desborde que se le reclama con más constancia, mandó un centro y Dávila, que apareció de nuevo en puesto del ‘9’, cabeceó la pelota al fondo.
Los de Coapa sobrellevaron el partido, el rival en turno no era uno que le pudiera exigir en demasía, carente de arrebato, Mazatlán compitió por orgullo, pero sin intensidad, con pocos recursos y nada que inquietara a los azulcrema. Los Cañoneros asoman a las vacaciones y a replantear objetivos.
América dominó a placer el trámite del encuentro, pese a los ajustes como ver a Reyes en la media de contención y a Zendejas cargado a la izquierda, el funcionamiento de las Águilas fue mejor y encontró el segundo sin muchas complicaciones.
A la salida de un córner, Zendejas colgó la pelota a segundo palo y ahí apareció solo Fidalgo, la marca de Mazatlán fue tan endeble que el Maguito solo se tuvo que levantar para darle dirección de gol a la bola.
Al cuarto de hora América tenía el partido resuelto, anotaba su nombre entre los primeros de la clasifcación para la Liguilla. Incluso pudo aumentar su ventaja, pero faltó una pizca de fortuna en el remate.
Fuente: Milenio.