La muerte de Héctor Melesio Cuén Ojeda ocurrida el pasado 25 de julio y los eventos que la rodearon siguen generando gran controversia en México. Esta vez, el periodista Juan Manuel Partida, presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa, declaró que los médicos forenses fueron presionados para falsificar los resultados de necropsia.
En una entrevista con Azucena Uresti en Grupo Fórmula, el periodista hizo serias acusaciones contra la extitular de la Fiscalía General del Estado (FGES), Sara Bruna Quiñonez Estrada, a quien ha señalado de presionar a médicos forenses para modificar las causas del fallecimiento del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Al reiterar que la versión que dio la Fiscalía acerca de que Cuén Ojeda fue asesinado en una gasolinería es falsa, el periodista detalló que tuvo conversaciones con uno de los médicos forenses de Culiacán involucrados en el caso, quien le reveló que la exfiscal llegó pasadas las 10 de la noche de ese 25 de julio a las instalaciones del Servicio Médico Forense para exigir un dictamen de necropsia que alterara toda la evidencia.
Según Partida, la entonces fiscal exigió que se redactara un dictamen que afirmara que Cuén Ojeda acababa de fallecer, aunque el cuerpo mostraba signos claros de que llevaba muerto aproximadamente seis horas, es decir, que murió alrededor de las cuatro de la tarde.
Asimismo precisó que, según le comentaron, Cuén Ojeda no falleció por impactos de bala, sino por ahorcamiento tras supuestamente haber sido torturado. Ello contrario a la versión de que murió tras desangrarse por haber recibido cuatro impactos de bala.
“Los “pinochos” de la Fiscalía, con médicos cómplices, aseguraron que Cuén Ojeda llegó vivo a eso de las 10 de la noche y que murió después, pero la FGR ya dijo que eso es mentira al igual que el video que la Fiscalía de Sinaloa compartió del supuesto crimen”, añadió.
Finalmente, el presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa apuntó que “todo indica con enorme claridad que fue un crimen de Estado” con el supuesto propósito de desviar la atención de qué fue lo que ocurrió ese día.
El 25 de julio de 2024 marcó un giro dramático en el ámbito político y de seguridad en México, cuando en Huertos del Pedregal fue sometido Ismael El Mayo Zambada por Joaquín Guzmán López, el hijo de El Chapo, quien había convocado a una reunión en donde estaría Héctor Cuén y el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
Cuando se dio a conocer el crimen de Héctor Cuén, inicialmente la Fiscalía General del Estado de Sinaloa informó que el político había sido baleado durante un intento de asalto en una gasolinera. Sin embargo, esta versión ha sido cuestionada por diversos actores y medios de comunicación, siendo descartada.
Según un documento publicado por el abogado de Zambada García, el capo fue emboscado por Joaquín Guzmán López mientras se dirigía a una reunión con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. En este mismo incidente, El Mayo afirma que Cuén Ojeda fue asesinado.
La muerte de Cuén y los eventos que rodearon su asesinato han llevado a una serie de investigaciones y respuestas contradictorias. La Fiscalía General de la República (FGR) de México ha iniciado una investigación sobre el operativo que llevó a la captura de Zambada y Guzmán López, con un enfoque particular en los posibles delitos relacionados con el secuestro y la privación de libertad. Además, la FGR ha cuestionado la versión oficial del crimen del fundador del Partido Sinaloense (Pas).
La controversia en torno al caso también llevó a la renuncia de la fiscal de Sinaloa, Sara Bruna Quiñónez Estrada, en medio de críticas sobre la investigación del asesinato de Cuén.
Actualmente, la FGR ha anunciado que citará a declarar a todos los funcionarios de la Fiscalía de Sinaloa involucrados en el caso, mientras que ha solicitado al gobernador pruebas de su paradero aquel 25 de julio, pues además de haber sido mencionado por El Mayo Zambada en la supuesta reunión, el mandatario también tenía rencillas muy conocidas con Cuén Ojeda.
FUENTE: INFOBAE.