El secretario de Seguridad de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, informó la desaparición del obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, entre el sábado y el lunes, y su posterior localización, fueron investigadas como un secuestro exprés; como el obispo había declaró ante las autoridades.
Pero los datos que arroja la investigación salen a relucir porque presuntamente el emérito entró voluntariamente con otro hombre al motel donde lo habían “secuestrado”, dicho sujeto se se retiró del lugar. En el documento se dice que de acuerdo a los estudios del laboratorio que se le practicaron al obispo salió positivo a cocaína y a benzodiazepinas.
También en el reporte médico se lee que no se le encontró ninguna identificación al obispo y que no sabían que se llamaba Salvador Rangel. Lo contundente es que se le encontró en una de sus bolsas de su ropa un blíster con 2 pastillas de un medicamento llamado “Sildenafil”, el cual es utilizado comúnmente para tratar la disfunción eréctil y también la hipertensión pulmonar.
Hasta el momento no hay declaraciones oficiales del obispo emérito de Chilpancingo, pero se espera el avance de la investigación por parte de la Fiscalía. “El fiscal tendrá que demostrar si fue un secuestro exprés o no.” Así dijo el Comisionado de Seguridad de Morelos al ser cuestionado.
De último momento, el Lic. Pedro Martínez Bello, informa que dejará de ser el abogado del obispo Salvador Rangel, debido a que los abogados del Episcopado en Morelos llevan a cargo el asunto.
