
En una operación coordinada por las fuerzas de seguridad españolas, se desmanteló una red de explotación sexual que mantenía a 42 mujeres, en su mayoría de nacionalidad colombiana, en condiciones de abuso y servidumbre.
Se detuvieron a 19 personas, entre ellas el líder de la organización criminal, quien también está siendo investigado por agresiones sexuales.
La policía ha clausurado dos prostíbulos en la ciudad y ha bloqueado cuentas y bienes de la red por un valor total de 9,5 millones de euros.
Las víctimas, muchas de las cuales fueron captadas en situaciones de vulnerabilidad, vivían bajo un régimen de abusos extremos, vigilancia estricta y condiciones humillantes.