Luego de la inesperada muerte de Elena Larrea, activista y modelo, una de sus amigas más cercanas reveló cómo la joven vivió sus últimos días.
Todo inició con un dolor de rodilla
En un video que se compartió en redes, la joven Nallely Esparza, amiga de Elena Larrea, mencionó que la activista sufrió dolor en una de sus rodillas, pero lo dejó pasar un tiempo y cuando se atendió, ya era demasiado tarde.
Esparza indicó que Larrea se sometió a una intervención quirúrgica a principios de año. Todo estaba bien, pero al pasar las semanas, se le comenzó a inflamar una rodilla. La defensora de equinos lo dejó pasar en un inicio.
“Ella se sentía muy mal, le dolía una rodilla, pero lo dejó pasar. Ella era muy necia, se le insistió que fuera a revisarse”.
La joven añadió que Elena decidió ir con un fisioterapeuta en vez de con un doctor. Ahí le dijeron que tenía una arteria tapada y no le podían ayudar.
- “Le dieron medicamento, tenía la rodilla muy hinchada, regresó a la casa. Pidió algo de comer”.
Esparza relató que la estaban llamando, pero ella no contestó, por lo que las personas que estaban en la casa decidieron entrar a su habitación.
“Ella todavía respiraba, la llevaron a un hospital, cuando llegaron, la ingresan. A los 10 minutos salen los doctores y dijeron que estaban haciendo todo lo posible. (Luego) de 20 minutos salieron de nuevo e indicaron que ya no había nada que hacer”.
- La amiga de Elena añadió que ofreció las palabras porque la familia de Larrea no se merece que se sigan diciendo mentiras sobre la muerte de la activista.
“Yo estaba igual que ustedes, pensé que la habían silenciado, quieres buscar culpables, no lo crees. (Pero) ustedes le hicieron su sueño realidad, salvar a muchos caballos. Su familia no merece que estén inventando cosas”.https://d-38828238192144707682.ampproject.net/2403072016000/frame.html
Hace un par de días, a los 30 años de edad, Elena Larrea, activista defensora de los derechos de los animales y fundadora del santuario de equinos rescatados Cuacolandia, perdió la vida.
FUENTE: UNOTV.
