
La Tierra se ha ido calentando durante las últimas décadas y ese exceso de energía que acumula está transformando el clima, haciendo que los fenómenos meteorológicos se hagan más extremos. Entre los que más impacto tienen se encuentran los ciclones tropicales, capaces de evolucionar a huracanes, tifones o ciclones de gran intensidad.
Precisamente por ese motivo, los expertos sugieren que se revise la escala de intensidad de los mismos con el fin de incluir una categoría superior.
¿Cómo se clasifican los huracanes?
La conocida escala de Safir-Simpson es una escala de vientos que establece categorías del 1 al 5 según la intensidad del huracán. Fue desarrollada en 1969 por un ingeniero civil, Herb Saffir, y el meteorólogo Bob Simpson entonces director del Centro Nacional de Huracanes.
La escala ha servido durante años como herramienta esencial para determinar el posible impacto que puede llegar a tener un huracán y así alertar a la población.
En la actualidad la categoría más alta de la escala, la 5, contempla aquellos ciclones donde la intensidad del viento supera los 252 kilómetros por hora. Un valor que se queda lejos de los 300 o más kilómetros por hora que se han registrado está última década con algunos de los grandes huracanes o tifones.
Porqué incluir una categoría 6 a la escala de intensidad de huracanes
En un reciente estudio, científicos de varios centros de investigación han recomendado incluir una categoría mayor en la escala Saffir-Simpson. La razón principal es poder así generar avisos meteorológicos acordes a la intensidad del fenómeno. De esta manera, la población se puede preparar ante su potencial riesgo.
A medida que los huracanes se hacen más intensos y devastadores debido al cambio climático, los fuertes vientos, intensas precipitaciones y elevadas mareas ciclónicas afectan a un mayor sector de la población.
También se ha observado que algunos de esos grandes huracanes, se mueven más lentamente y pasan más tiempo sobre una determinada zona generando mayor impacto. Fue el caso del huracán Dorian que en septiembre de 2019 estuvo prácticamente sobre las islas Bahamas 48 horas.
Introducir la categoría 6 reflejaría la llegada de un potente huracán con vientos sostenidos superiores a los 309 kilómetros por hora. No es habitual que huracanes, tifones o ciclones lleguen a alcanzar velocidades de viento tan elevadas, pero últimamente parece se dan y con más frecuencia.
De existir esa categoría 6 en la escala, desde 2013 ya se habrían registrado 5 fenómenos tropicales de esas características. De ellos los más destacables y de mayor impacto han sido, el huracán Patricia y los tifones Haiyan y Meranti.
¿Cómo sería un huracán categoría 6?
El nivel de impacto de un categoría 6 dependería de la zona geográfica a la que llegará como en la caso de otros huracanes. Estos fenómenos tropicales tienden a perder intensidad a medida que se mueven tierra adentro y pierden el contacto con su principal fuente de energía, la superficie del mar.
En la región del Golfo de México, donde estos fenómenos son frecuentes, un categoría 6 puede ser devastador, sobre todo si llega a zonas urbanas. Más aún los tifones, que en ocasiones llegan con esa intensidad a zonas más pobladas del sudeste asiático. El caso de mayor impacto se produjo en 2013 con la llegada del súper tifón Haiyan a Filipinas.
FUENTE: El Tiempo