Un vecino del pueblo gallego Triabá, en el municipio lucense de Castro de Rei en Galicia al norte de España, denunció a un hombre por la presunta violación de una de las vacas que tiene en su explotación ganadera.
El suceso habría ocurrido durante la madrugada del domingo, cuando se celebró una verbena por las fiestas patronales de San Pedro.
La Guardia Civil española confirmó la versión del denunciante al señalar que, efectivamente, ya fue atendida y que hay un proceso judicial abierto contra la persona señalada, la cual trabaja en una feria.
Según el relato de los hechos, una multitud acudió esa noche al pueblo Triabá para ver la actuación de la orquesta París de Noia, que actuaba en la noche grande de las fiestas.
Así fue el hallazgo en el establo
El propietario de la ganadería, que estaba durmiendo, se despertó a eso de las seis de la mañana al escuchar ruidos procedentes del establo.
Para su sorpresa, cuando llegó al lugar acompañado de su madre, vio a un hombre junto a una de sus vacas que estaba atada.
Tras intercambiar unas palabras con el sospechoso, este se marchó a toda prisa de la granja ganadera. El propietario, entonces, comprobó que la res había sido atada con unas cuerdas.
El denunciado también habría usado un taburete para alcanzar al animal.
Investigación de agresión a vaca, en curso
El afectado llamó de inmediato a la Guardia Civil y una patrulla acudió a su casa.
Tras relatarles lo sucedido, admitió que en un principio pensó que se trataba de un robo, pero no fue así, por eso denunció al hombre, que presuntamente, habría admitido los hechos ante los agentes.
El acusado ya figura como investigado por un presunto delito de maltrato animal. De hecho, acudió a los juzgados de Lugo, en Galicia, para que se le tomara declaración, pero ejerció su derecho a guardar silencio. El suceso, por lo tanto, sigue bajo investigación.
El Código Penal español recoge que hechos de esta índole podrían considerarse un delito del artículo 340 y acarrear una pena de entre tres y 18 meses de prisión dependiendo de la gravedad de los mismos.
Fuente: Milenio.
