El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, informó que aviones de la Fuerza Aérea israelí destruyeron la sede de seguridad interna de Irán, a la que describió como “el principal brazo represivo del dictador iraní”. El comunicado no especificó la ubicación exacta del objetivo, pero Katz afirmó que Israel continuará atacando símbolos del poder iraní y al régimen de los ayatolás.
Este ataque forma parte de una escalada de tensiones que lleva seis días, desde que Israel inició una operación militar a gran escala en territorio iraní. Hasta el momento, los enfrentamientos han dejado más de 200 muertos en Irán, incluyendo miembros de alto rango de las fuerzas militares y de seguridad.
¿Cuál ha sido la postura de Estados Unidos?
El presidente de Estados Unidos,Donald Trump , exigió este martes una “rendición incondicional” por parte de Irán. Además, declaró que conoce el paradero del líder supremo iraní, Ali Jameneí, aunque aclaró que no ha ordenado su asesinato.
Estas declaraciones aumentan la presión sobre el gobierno iraní en medio de un conflicto que ya ha generado preocupación internacional por su posible escalamiento.
Irán respondió a las amenazas de Estados Unidos
Ali Jameneí, líder supremo de Irán, advirtió este miércoles que Estados Unidos sufrirá un “daño irreparable” si interviene militarmente contra su país. Aseguró que el pueblo iraní no se rendirá y mantendrá su resistencia frente a las acciones de Israel y las presiones externas.
Esta declaración refuerza la postura de Irán como un actor dispuesto a defender su soberanía, incluso ante amenazas de potencias globales.
¿Qué se espera en los próximos días?
El conflicto entre Israel e Irán sigue en desarrollo, con intercambios de ataques y declaraciones que no descartan una mayor escalada. Las acciones militares israelíes buscan debilitar la estructura de poder iraní, mientras que Irán ha dejado claro que responderá a cualquier agresión.
La comunidad internacional observa con atención, ya que una intervención directa de Estados Unidos o de otros actores regionales podría cambiar el curso de los acontecimientos.
Las tensiones entre Israel e Irán no solo afectan a ambos países, sino que tienen repercusiones en la estabilidad de Medio Oriente y en las relaciones internacionales. Un enfrentamiento abierto podría desencadenar consecuencias económicas y políticas a nivel global, especialmente en temas como el precio del petróleo y la seguridad en la región.
Fuente: El Imparcial.
