Mueren 67 personas al chocar un avión comercial con un helicóptero militar en Washington

Un avión comercial con 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación a bordo ha chocado en el aire contra un helicóptero Black Hawk del Ejército estadounidense cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington D. C. En el aparato militar viajaban tres soldados en un vuelo de instrucción.

Las autoridades locales han confirmado que de momento se han recuperado 28 cuerpos de las aguas el río Potomac, y han asegurado que no esperan encontrar supervivientes. Las labores de búsqueda continúan dificultadas por las bajas temperaturas.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado que lo ocurrido podría haberse evitado y ha señalado al helicóptero como responsable del choque. Tanto el Pentágono como las autoridades de aviación han iniciado sendas investigaciones.

Choque en vuelo

El avión comercial con 64 personas a bordo era un modelo Bombardier CRJ7, y operaba el vuelo 5342 de American Eagle, una aerolínea regional subsidiaria de American Airlines. El aparato procedía de Wichita (Kansas) y realizaba la aproximación para aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington D.C. cuando a las 20.48 de la tarde del miércoles hora local (seis horas más en España, 2:48 de la madrugada del jueves) ha chocado en el aire con un helicóptero militar Black Hawk en el que viajaban tres militares en vuelo de entrenamiento.

Un audio de la torre de control del aeropuerto filtrado por la web LiveATC.net muestra como un controlador aéreo advirtió al helicóptero de la presencia del avión y le indicó que pasará “por detrás”.

El impacto ha provocado una gran bola de fuego en el cielo que ha sido vista por numerosos testigos y captada por las cámaras de seguridad. “Acabo de ver una bola de fuego y después se ha ido. No he visto nada desde que alcanzó el río”, comenta uno de los controladores en los audios. Los restos de las dos aeronaves han caído al río Potomac, cercano al aeropuerto.

El siniestro ha obligado a la suspensión de todos los despegues y aterrizajes del aeropuerto Ronald Reagan, uno de los más transitados de EE.UU., y los vuelos han sido desviados a otros aeródromos.

Búsqueda difícil por el frío

Inmediatamente después del choque se ha puesto en marcha un dispositivo de rescate formado por 300 efectivos de organismos locales, estatales y federales. Sin embargo, a media mañana del jueves, las autoridades locales han confirmado que no se espera encontrar supervivientes y que el dispositivo ya no era una operación de salvamento, sino de recuperación de los cuerpos de las víctimas. Hasta ese momento, los cuerpos de 27 ocupantes del avión y uno de los militares han podido ser sacados del agua.

Las labores de búsqueda se ven complicadas por el frío, con temperaturas bajo cero en el agua, fuertes vientos y bloques de hielo. “Es una operación muy compleja. Las condiciones son extremadamente duras para los socorristas. Hace frío y están lidiando con condiciones relativamente ventosas. El viento es fuerte en el río”, ha explicado John Donnelly, jefe del Servicio de Emergencias de Washington.

La federación de Patinaje Artístico de Estados Unidos ha informado de que un grupo de deportistas, sus entrenadores y familiares que regresaban de un campamento nacional iban a bordo del avión de American Eagle. Entre ellos se encontraba una pareja de excampeones rusos que ahora eran entrenadores.

Trump culpa al helicóptero y asegura que “podría haberse evitado”

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado que el accidente podía haberse evitado, y ha apuntado a la responsabilidad de los militares que pilotaban el helicóptero.

“La noche estaba CLARA, las luces del avión estaban encendidas, ¿por qué el helicóptero no subió, bajó o giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo qué hacer en lugar de preguntar si vio el avión? Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. ¡¡¡NO ESTÁ BIEN!!!”, ha escrito Trump en su red social, Truth Social.

El presidente ha insistido en que el avión “se encontraba en una perfecta y rutinaria línea de aproximación al aeropuerto”, mientras que “el helicóptero se dirigió directamente hacia el avión durante un largo periodo de tiempo”.

El comunicado oficial de la Casa Blanca ha sido más medido, y en él Trump ha pedido que Dios bendiga las almas de las víctimas y ha dado las gracias por el trabajo de los rescatistas.

El Departamento de Defensa y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) han abierto sendas investigaciones, mientras que el FBI ha asegurado que el siniestro no se investiga por ahora como un acto criminal.

El último accidente mortal importante que involucró a un avión comercial en EE. UU. fue en 2009, cuando un vuelo de Colgan Air con 49 personas a bordo se estrelló en el estado de Nueva York.

Información de RTVE

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