Una mujer de la tercera edad subió la pirámide de Kukulkán, ubicada en Chichén Itzá, frente a decenas de turistas que presenciaban el acto con asombro. En la cima, tras escalar las 92 escalinatas, comenzó a bailar mientras los espectadores le gritaban que se bajara.
«¡Qué se la lleven!» y «¡qué falta de respeto!» fueron algunas de las frases que las y los turistas exclamaban, mientras un guardia del recinto ascendía a la pirámide para iniciar un diálogo con ella.