En una carta dirigida a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, Miguel Ángel Treviño Morales, asegura que “no soy el Z-40”, lo que le ha llevado once años demostrarlo en una larga batalla judicial para limpiar su nombre.
“Nos tomó once años demostrarlo”, señala en la misiva dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, desde el penal federal donde se encuentra preso. Su defensa sostiene que, su detención en 2013 por presuntos vínculos con el crimen organizado, es el resultado de una confusión con un homónimo.
Desde prisión en Tepic, Nayarit, Treviño Morales apunta que la Fiscalía General de la República (FGR) ya presentó pruebas que aclaran la existencia de otra persona bajo el mismo nombre, vinculada al alias del supuesto delincuente.
A pesar de esto, señaló que se enfrenta a una posible extradición a Estados Unidos. “Entregarme sería un error histórico y una traición a la soberanía”, reiteró Treviño Morales.
Juan Manuel Delgado, abogado de Treviño Morales, considera que las autoridades han fallado en reconocer lo que los tribunales ya han definido: su cliente no es el líder criminal que buscan. “Las evidencias hablan por sí solas”, dice Delgado González. “No hay pruebas concluyentes que lo conecten con las acusaciones.”
En la carta Treviño Morales clama por su libertad y pide que se evite lo que él llama una “injusticia internacional”.
FUENTE: EL UNIVERSAL.