Programa de desarme de Sheinbaum enfrenta críticas sobre su efectividad en la seguridad ciudadana

RTN Redacción

El programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, impulsado por Claudia Sheinbaum cuando era Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ha sido relanzado a nivel nacional bajo su administración como Presidenta. La iniciativa busca reducir la circulación de armas en manos de civiles mediante un esquema de canje voluntario a cambio de incentivos económicos, además de fomentar una cultura de paz mediante el intercambio de juguetes bélicos por juguetes educativos.

Puedes consultar mas sobre el programa en el comunicado oficial de Presidencia aquí.

Durante su implementación en la capital desde 2019, el programa logró recolectar 6,500 armas de fuego, incluidas 1,300 armas largas, según datos del Gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, su extensión a nivel nacional ha generado opiniones encontradas. Mientras el Gobierno sostiene que esta medida contribuye a disminuir la violencia, críticos del programa han puesto en duda su efectividad y su impacto real en la seguridad de la ciudadanía.

Uno de los cuestionamientos más notorios vino del empresario Ricardo Salinas Pliego, quien sugirió que desarmar a la población no garantiza su seguridad, dado que el Estado no siempre puede proteger a los ciudadanos. “El gobierno no nos va a defender de la inseguridad,” señaló en un comentario publicado en redes sociales, respaldado por sectores que consideran que el problema de violencia en México va más allá del acceso a armas de fuego y requiere una estrategia más amplia.

A esta crítica se suman posturas como la del analista Rafael Cardona, quien ha expresado dudas sobre la efectividad de un programa que, en su opinión, no aborda el tráfico ilegal de armas ni el uso de armamento por parte del crimen organizado. Según sus declaraciones, este tipo de estrategias pueden generar una percepción de acción gubernamental sin necesariamente traducirse en una mejora tangible en la seguridad pública.

Además, una de las mayores preocupaciones es que no se realizan preguntas ni investigaciones sobre el origen de las armas entregadas. Esto significa que no hay un seguimiento sobre si provienen de actividades ilícitas, si fueron utilizadas en delitos o incluso si pertenecían a instituciones de seguridad. Expertos advierten que esto podría representar una oportunidad para el blanqueo de armas y que, sin un análisis más profundo, se pierde información clave para entender la circulación de armamento en el país.

A pesar de los señalamientos, el Gobierno de México ha defendido la iniciativa. En el primer mes de su implementación nacional, se han recolectado 540 armas (439 armas cortas, 101 armas largas y 47 granadas), según cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Para las autoridades, estos resultados reflejan el éxito del programa y su capacidad de impactar en la reducción de la violencia.

La discusión sobre este modelo de desarme sigue abierta: mientras el gobierno destaca sus avances, algunos insisten en que las armas recolectadas no provienen de grupos criminales sino de ciudadanos comunes, lo que limita su impacto en la crisis de seguridad.

Recientemente, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México ha dado a conocer que para 2025 contempla un presupuesto de seis millones de pesos para el programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, que permitirá a los ciudadanos canjear sus armas por dinero. De esta cifra, 600 mil pesos (el equivalente al 10% del total del presupuesto) se destinarán a gastos de operación para difusión y promoción del programa, mientras que los 5 millones 400 mil pesos restantes se destinarán al canje de armas de fuego, cartuchos y artefactos similares por apoyos económicos.

Escultura “Molino para la Paz”

En la Plaza “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, se encuentra una escultura hecha con armas recolectadas y simboliza el deseo de vivir sin armas en la Ciudad de México. La obra, titulada “Molino para la Paz”, fue realizada por el artista veracruzano Miguel Campos y está formada por 4,700 armas retiradas de las calles por el ejército mexicano. La escultura pesa alrededor de tres toneladas y mide 3.5 metros de altura. Se encuentra en la Plaza, situada en la intersección de la Avenida Peralvillo y la calle Manuel González, y fue inaugurada como parte del lanzamiento del programa de desarme.

Esta plaza, aún en proceso de ser nombrada oficialmente, se ha convertido en un punto emblemático de la iniciativa.

Para conocer más sobre la Plaza “Sí al Desarme, Sí a la Paz” y la escultura “Molino para la Paz”, puedes consultar el sitio oficial del Gobierno de la CDMX aquí.

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