En un acto de fe y esperanza, los habitantes de Cajeme se congregaron en la presa Álvaro Obregón “El Oviáchic”, para una misa especial, con el fin de agradecer por las escasas lluvias recibidas y solicitar la intervención divina para que continúen durante la temporada invernal.
La ceremonia se llevó a cabo bajo la imagen del Señor de los Milagros en el mirador escénico de la presa que abastece agua a esta región.
El obispo de la Diócesis de Ciudad Obregón, Felipe Pozos Lorenzini, fue el encargado de dirigir el mensaje a los asistentes, instándolos a mantener la gratitud por lo recibido y a prepararse para los posibles desafíos que trae consigo la prolongada sequía en la región.
Una de las características más destacadas de este evento fue el sobrevuelo de una avioneta que transportaba el Santísimo Sacramento, bendiciendo los valles del Yaqui y Mayo, así como las presas del sur de Sonora.
Durante el recorrido, el padre Víctor Olvera celebró la eucaristía, infundiendo un sentido de unidad y esperanza en la comunidad.
“Esta avioneta, organizada por laicos en colaboración con los agricultores, simboliza nuestra fe en el poder de la oración. Nuestro objetivo es pedir bendiciones para las regiones agrícolas y los pueblos cercanos”, comentó el obispo Pozos Lorenzini.
Con la presa alcanzando casi el 20% de su capacidad total, la comunidad se une en un fervoroso llamado a la lluvia, recordando la importancia de la fe en tiempos de adversidad.
