Fueron alrededor de 80 las personas detenidas por el intento de irrupción a la planta cementera de Ciudad Cooperativa Cruz Azul, localizada en el municipio de Tula de Allende, en el estado de Hidalgo.
Entre los detenidos se encuentran varios menores de edad y mujeres quienes afirmaron que acudieron al lugar solo para manifestarse por lo que se les pagarían 500 pesos.
De acuerdo con información del gabinete de seguridad estatal, los sujetos llegaron en cuatro autobuses provenientes del Estado de México, armadas con palos y machetes, que intentaron tomar por la fuerza las instalaciones de la Ciudad Cooperativa Cruz Azul.
Durante los hechos se registraron disparos de arma de fuego lo que activó a los cuerpos policiacos, tanto del municipio como del estado.
“Los alrededor de ochenta detenidos tendrán que enfrentar a la justicia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo”.
Tras los hechos ocurridos la mañana de este lunes, las instalaciones y alrededores de ciudad Cooperativa Cruz Azul quedaron custodiados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo y la Policía Municipal.
Por lo ocurrido, planteles escolares de Ciudad Cooperativa suspendieron clases este lunes.
¿Por qué intentaron tomar las instalaciones?
El control de la cementera es disputado por dos grupos de cooperativistas, uno liderado por Federico Sarabia Pozo, quien tiene el control de la planta y otro por José Antonio Marín y Víctor Velázquez, identificados como el grupo disidente, quienes afirman contar con una resolución que les da el control del lugar.
En abril de 2022 se reportó un incidente similar, aunque éste caso dejó un saldo de ocho muertos.
Cooperativa La Cruz Azul se deslinda de hechos violentos
Ante los acontecimientos, la Cooperativa La Cruz Azul SCL emitió un comunicado en el que se deslinda de la violencia suscitada. Además, la organización hizo un llamado a las autoridades para que se garantice el estado de derecho, el cual, según afirman, ha sido violentado durante años por quienes han mantenido el control ilegal de las instalaciones.
FUENTE: Milenio