
Los precios del petróleo subían en una sesión volátil tras el ataque de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes, mientras los inversionistas sopesan los posibles riesgos de interrupción del suministro de crudo como consecuencia de la escalada del conflicto.
Los futuros del crudo Brent subían 78 centavos, o 1.01 por ciento, a 77.79 dólares el barril. Aun así, se espera que ganen casi 4 por ciento en la semana.
El crudo estadunidense West Texas Intermediate subía 76 centavos, o 1.03 por ciento, a 74.60 dólares.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que había “arrasado” los principales sitios nucleares de Irán en ataques durante el fin de semana, uniéndose a un asalto israelí en una escalada del conflicto en Medio Oriente, mientras Teherán prometió defenderse.
Israel llevó a cabo nuevos ataques contra Irán, incluidos los de la capital, Teherán, y la instalación nuclear iraní de Fordow, que también fue objetivo del ataque estadunidense. Irán es el tercer productor de crudo de la OPEP.
Teherán dijo que el ataque estadunidense contra sus instalaciones nucleares ampliaba el abanico de objetivos legítimos de sus fuerzas armadas y calificó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de “jugador” por unirse a la campaña militar de Israel contra la República Islámica.
China, mientras tanto, dijo que el ataque estadunidense había dañado la credibilidad de Washington y advirtió que la situación “puede salirse de control”.
Los precios se mostraban volátiles en la sesión del lunes. Ambos contratos tocaron nuevos máximos de cinco meses a inicios de sesión antes de ceder sus ganancias.
Los precios han subido desde el inicio del conflicto, el 13 de junio, por el temor creciente a que las represalias iraníes incluyan el cierre del estrecho de Ormuz, por el que circula aproximadamente una quinta parte del suministro mundial de crudo.
Sin embargo, los inversores sopesan el alcance de la prima de riesgo geopolítico en los mercados del petróleo, dado que la crisis de Medio Oriente aún no ha repercutido en la oferta. “Todas las miradas están puestas en el Estrecho de Ormuz y en si Irán intentará interrumpir el tráfico de petroleros”, dijo Ole Hansen, analista de Saxo Bank.
Los precios podrían subir a corto plazo incluso sin una interrupción a gran escala, si la sola amenaza de interferencia es suficiente para retrasar los envíos a través del Estrecho, añadió.
Pero dado que el estrecho de Ormuz es indispensable para las exportaciones de petróleo de Irán, que son una fuente vital de sus ingresos nacionales, un cierre sostenido dañaría económicamente al propio Irán, lo que lo convertiría en un arma de doble filo, afirmó Sugandha Sachdeva, de la empresa de investigación SS WealthStreet.
Fuente: Milenio.