
Alán Gerardo Ávila era un joven de 27 años de edad, con una esposa, un hijo y una familia que lo amaba. Lamentablemente, una injusticia acabó con su vida.
Él trabajaba en la empresa Distribuidora de Papa Costeña, ubicada en la Central de Abastos de Ciudad Obregón, bodegas que funcionan como centros operativos de carga y descarga de papa, además del lavado y comercialización de este producto.
El cargo de este joven era chofer, donde se encargaba de entregar pedidos en los diversos clientes locales y foráneos, sin embargo, la empresa también le daba responsabilidades en la descarga de productos con un montacargas a cambio de un pago adicional a su sueldo de 300 pesos por tráiler, trabajo que en un servicio externo tiene un cobro de mil 200 pesos aproximadamente, es decir, la empresa lograba un ahorro de 900 pesos.
Fue el 22 de febrero de 2024 cuando Alán Gerardo acudió a trabajar como un día normal, donde realizó un viaje a Pueblo Yaqui en su labor como chofer y posteriormente le pidieron realizar maniobras de descarga en el local 6 de esta empresa.
Alrededor de las 10 de la mañana, mientras el joven trabajaba con el montacargas cayó desde un andén que no contaba con una protección perimetral, esto de manera inmediata acabó con su vida, ya que el vehículo le había caído encima.
Detrás de la muerte de Alán Gerardo existen una serie de presuntas irregularidades, ya que no contaba con licencia oficial para operar un montacargas ni fue debidamente capacitado para el uso de este vehículo y solamente llegó a practicar su uso en tiempos libres.
