Twins llega a 11 triunfos en fila, pero dos de sus estrellas ingresan al protocolo de conmoción cerebral.

En la división más peleada de la Liga Americana, algo extraordinario tenía que tejer la organización de Minnesota para sobrevivir y lo está haciendo.
Twins inició mayo con un récord perdedor de 13-19 y a siete juegos de distancia de Tigers, dueños desde ese momento de la punta. Hoy presumen marca de 24-20, gracias a una racha de 11 victorias, la más larga en la actual temporada de Grandes Ligas.
Minnesota barrió ayer a Orioles en una tarde en la que no todo salió como querían.
El campocorto Carlos Correa y el jardinero central Byron Buxton terminaron en el protocolo de conmoción cerebral tras una violenta colisión en la parte baja del tercer inning. Ambos perseguían un elevado de Cedric Mullins en territorio corto del jardín central. Buxton atrapó la pelota, pero un instante después, sus cabezas chocaron con fuerza. Los dos quedaron tendidos en el césped.
Correa fue sustituido de inmediato. Buxton intentó seguir en el juego, pero abandonó la alineación una entrada después.
El momento no puede ser más inoportuno. Buxton y Correa, las dos figuras más señaladas por su historial de lesiones, habían conseguido mantenerse sanos. Ambos habían estado disponibles en 41 de los 44 juegos del equipo. Y no eran sólo nombres en la alineación. Buxton, en particular, estaba teniendo su mejor tramo ofensivo en años: promedio de .286, siete jonrones y 18 impulsadas en sus últimos 22 juegos.
El choque opacó una actuación impecable. Chris Paddack lanzó siete entradas sin permitir carrera, ponchó a tres y apenas permitió tres hits. DaShawn Keirsey Jr. y Buxton conectaron jonrones consecutivos en la tercera entrada, los primeros back-to-back de la temporada para Minnesota. Louis Varland y Jhoan Durán se encargaron del resto, cerrando la tercera blanqueada del año.
Fuente: Excelsior