Tras haber tomado posesión de las plantas tratadoras de aguas residuales en Ciudad Obregón, el alcalde Javier Lamarque Cano mencionó que el municipio recibirá “muchos golpes” por haberse enfrentado a intereses muy poderosos por las irregularidades que se detectaron por parte de Solaqua.
“Van a venir muchos golpes contra nosotros porque nos atrevimos a enfrentar intereses muy poderosos, lo sabemos, van a tratar de abrir boquetes por donde sea, pero al momento que se hace la concesión es responsabilidad de la planta, salvo que el organismo tuviera evidencia y haya permitido continuar. Cuando tuvimos la evidencia procedimos de inmediato”, expresó el presidente municipal.
El munícipe agregó que este caso fue turnado a Contraloría Municipal para que se deslinden responsabilidades en caso de ser necesario.
El asesor técnico de la Procuraduría Ambiental del Estado de Sonora, Luis Ángel Pacheco, dio a conocer que las condiciones de las plantas representan una afectación en la salud de la población, así como en la flora y la fauna del municipio.
“Son una serie de impactos ambientales que trabajando en sinergia afectan directamente a la salud de todos, es un daño a la salud de la población, de la flora y fauna, son esos esos aspectos que impactan tanto suelo, agua y emisiones. No es cualquier cosa el tratamiento de aguas residuales, es algo muy delicado que repercute en nosotros y puede llevar una afectación a los seres vivos”, comentó.
Cabe señalar que las autoridades estatales están haciendo las revisiones correspondientes para determinar la sanción económica que se le podría aplicar a la empresa.
Lamarque Cano agregó que actualmente estarán llevando dos litigios legales, los cuales consisten en cancelar la ampliación del contrato a cinco años que llevó a cabo el gobierno anterior y de eliminar el adeudo de 300 millones de pesos.
Cabe señalar que el terreno que fue donado en la administración anterior ahora será propiedad del municipio, ya que no se logró hacer el trámite de entrega a la empresa Solaqua.